Un nuevo método de aspersión para la erradicación de cultivos ilícitos con drones de fumigación agrícola presentó hoy el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en la Escuela Internacional de Paz de la Policía Nacional ubicada en Espinal (Tolima).
Este nuevo método, que ya está listo para ponerse al servicio de la estrategia de lucha contra el narcotráfico, permite asperjar con glifosato amplias extensiones de cultivos ilícitos de forma más precisa, económica y con mayor seguridad para los erradicadores.
“Con estos drones se necesita la mitad de la concentración de veneno que se usaba en los aviones que hacían aspersión aérea. Ese método necesitaba cerca del 45 por cierto de glifosato puro, aquí estamos hablando de menos del 25 por ciento de la mezcla, lo que significa menores riesgos sanitarios, menores riesgos de pérdida y mayor efectividad del acción de la erradicación, lo mismo con los métodos manuales que estamos usando como el fumigador de espalda y con guadaña; así los daños al medio ambiente y a las personas son bastante menores que lo que se hacía con la aspersión aérea”, destacó el ministro Villegas.
Otra de las ventajas mencionadas por el Ministro son los bajos costos económicos y de personal necesarios para asperjar una hectárea de coca, ya que su efectividad está comprobada en 99 por ciento, solo se requieren ocho personas entrenadas para asegurar su operación, la concentración de glifosato puro es de 2,5 litros por cada 10 y el costo estimado por hora es de $600.000.
Informó que esta estrategia de aspersión con drones, que se espera sea avalada por el Consejo Nacional de Estupefacientes la próxima semana, junto a la que se emplean tractores con orugas para fumigación terrestre y que ya está en acción, actualmente se encuentra financiada por el Ministerio de Hacienda con $36.000 millones disponibles. “Eso quiere decir que se deja esta nueva iniciativa tecnológica ya financiada en el presupuesto nacional”.
Este nuevo método, con el que se estiman erradicar mínimo tres hectáreas diarias con un drone, hace parte de la estrategia contra cultivos ilícitos enmarcada en el acuerdo con Estados Unidos en el que el Gobierno colombiano se comprometió a erradicar 90.000 hectáreas de coca para el 2023.
“Ese plan que ahora hemos implementado, que yo he llamado El Libro Blanco de la Erradicación, dice que en 2023 Colombia debería tener la mitad de los cultivos ilícitos en hectáreas que tenemos hoy”, enfatizó.
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